domingo, 11 de marzo de 2018

Tim McCoy

Personaje que me recordó el paciente.

Hace ya casi cincuenta años cuando daba consulta externa en el HNSJDDSA, mi primer trabajo como pediatra llega una madre con su hijo en brazos con un pañuelito rojo como el de este personaje, recordemos en ese tiempo no teníamos celulares y mucho menos cámaras, hoy por la LEPINA no puedo difundir fotos de un paciente, mi recuerdo fue de este personaje con su pañuelo rojo en el cuello.

Los niños no tiene mal olor, por eso escogí esta especialidad pero este niño destilaba un olor nauseabundo, que no es propio de un niño, le pedí a la madre que lo desvistiera por completo y así lo hizo pero no le quitó el pañuelo del cuello, el cuerpo se notaba que tenía días de no conocer el agua y el jabón, el mal olor persistía y le quite el pañuelo.

Eureka lo que tenía era medio pollo que ya tenía gusanos que era la causa del mal olor, le pregunte que era ella me responde que era un conforto, según las creencias populares la piel era capaz de absolver los nutriente y creían que era una nutrición parenteral.

Le quité el conforto y lo eche en una bolsa y pedí a la enfermera que bañara al niño ya limpio lo examinaría, el olor desapareció como arte de magia, el niño me miró con sus ojitos alegres como dándome gracias por mi acción.

Como un tributo a mis colegas pediatras esta anécdota real.

Colorin colorado este cuento ha terminado. 

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