lunes, 8 de octubre de 2018

Hijos desagradecidos

Este es un cuento de la vida real que me contaron el personal que es contratado por el ISSS.

Tengo 9 meses que desarrolle una hipertención pulmonar desencadenada por una Epoc que yo mismo me agencié, era un fumador empedernido hasta de 3 cajetillas de cigarrillos al día, muchas veces intenté dejar el vicio pero era muy difícil llegando hasta uno cada 12 horas pero al reiniciarlo era peor, me despertaba y encendía el primero, mi adicción era tal que cuando por la noche tenía solo 2 me arriesgaba a salir a conseguirlo a pesar del toque de queda.

Me dio un infarto ye el último que fumé fue para tratar de disminuir la sensación de la hipo-tensión arterial, cuando el cardiólogo me tomó el ECG vi la zona de infarto y en ese momento pensé que debía de dejarlo ya que mi hijo menor tenía 3 años y el mayor trece si los quería ver crecer no debía volver a fumar, yo no digo que lo abandoné por fuera de voluntad fue por miedo hoy el menor tiene 40 años.

Después de 10 años la probabilidad de Ca brocogénico ha desaparecido, pero no la EPOC que se me desarrolla después de una infección por legionella sobre el daño bronquial. Me lo merezco.

Pero la historia es la siguiente, ellos reportan a una señora de 70 años por desperdicio del oxigeno suministrado, por esta causa el castigo es suspensión del servicio ella debe de estar conectada 24 horas, le digo no es justo la señora puede morir; no podemos es lo que manda el contrato, como soy metido les digo pobre vive sola no me contesta tiene 2 hijos adultos aparentemente sanos, ellos lo pueden hacer me contesta pero no lo hacen aunque están pendientes de retirar el dinero de la pensión, quien hace esta labor es un sobrino que vive en otra casa.

Me dicen Dr. no solo en las telenovelas se ven estos caso también en la vida real.

Colrin colorado esta historia ha terminado, me monto en un porto para que me cuenten otro.

domingo, 7 de octubre de 2018

Me recuerdo del que cuidaba a mi papá.

Rosario Alcántara conocido como Chayo personaje inolvidable lo recuerdo con mucho cariño.

Venía de las montañas de Mira mundo cerca del trifinio unos de los pocos panarizos naturales que se conserva aún por ser patrimonio de la humanidad.
Increíblemente bello, el acompañó a mi papá toda su vida y estuvo con nosotros hasta su muerte.

Tenía IQ de 70 y sordera congénita ya que para hablar tenía dificultad por ejemplo decía: tolocha por colocha, juanto vale por cuanto vale pero le entendíamos cuando nos hablaba y le decíamos.

Me recordé de el porque un día mientras iba a revisar el cafetal lo encontré sin camisa estrgandose en un palo de conacaste y se me salieron las lagrimas no tenía quien le rascara la espalda.

Dios te tenga en su gloria, colorin colorado este cuento ha terminado, me monto en un potro para que me cuenten otro.

martes, 2 de octubre de 2018

Tofy mi amado perro.

Fiel compañero y apoyo.

Cuanto te recuerdo mi cuidador, mi trasporte a la escuela, confidente de mi vida.

Era un san-bernardo no les diré que puro pero si de gran tamaño ya que a mis 5 años me subía en el como caballo, me sentía seguro y algunos de los que fueron mis compañeros lo recuerdan.

Me mandaban al inicio a la escuelita de la niña Chusita Serrano que en ese tiempo se encontraba en la 3 calle poniente donde es el trasfondo del Super Selectos del Centro cerca del teatro de Santa Ana.

En la casa estaba un empleado de la familia llamado Eligio que era un empleado heredado de mis abuelos maternos que al morir ellos continuó con nosotros hasta su muerte, Tofy esperaba que entrara a la escuela y regresaba a la casa y a las 11 am estaba esperando para llevarme a la casa, por lo que dejó de acompañarnos Eligio.

Con el tiempo desarrollo una tumoración en el cuello, no habían Veterinarios así que a mi papá le dio miedo operarlo, este se le ulceró y presentaba hoy se que era un quiste sebaseo y la lesión era un granuloma sencillo de operar.

Se mantenía siempre en la puerta de la casa no al lado donde se vendía la fruta y la leña en la entrada principal las personas entraban a la casa por la tienda.

Tenía la maña de perseguir a los carros, ciclista los que no pasaban en nuestra calle, 3 Av. S. otros que detestaba eran a los borrachos, por lo que mi papá no había semana que no pagara un pantalón y su propina, me imagino que muchos lo hacían para tener nuevo pantalón y dinero para chupar; carros los perseguía hasta 3 cuadras e iba ladrando a la par, no le pudimos quitar la manía.

Colorin colorado esta historia ha terminado, me monto en un potro para que me cuenten otro.