domingo, 28 de abril de 2019

Dr. Juan José Fernández






Después del Maestro Vasquez el más grande internista de El Salvador y fundador de escuela de medicina interna.

Esto lo digo porque por muchos años discutíamos sobre algunas enfermedades que diferíamos en su génesis, la de la Enfermedad de Chagas el afirmaba que no existía la forma congénita el Dr. Grimaldí y yo decíamos que si y al final lo aceptó.

No tengo fotografías de el pero la jefatura del departamento de medicina interna de la UES y el hospital Zacamil llevan su nombre.

El Dr. Vasquez fue el internista pero el que le dio la personalidad a la medicina interna fue él.

Tenia una sonrisa sarcástica que no me gustaba daba la impresión de burlarse de uno, sus conocimientos bastos y concisos. El país le debe mucho para crear médicos muy eficientes uno nominado 2 veces a premio novel.

Profundamente católico y gran conocedor de la pintura que sus clases adornaba con bellas diapositivas. Convencido que el médico que solo medicina sabe no sabe de medicina.

Un pequeño homenaje a este gran maestro y que los futuros colegas conozcan algo de él.

Santa Ana, 28 de abril del 2019.


















lunes, 22 de abril de 2019

Recuerdo de mi adolescencia


Esta historia sucedió hace 66 años un buen día como a las 8 am se escucho el ruido de cascos caballos y mi curiosidad me lleva a salir corriendo a la puerta y encuentro a Arturo Lagurdia sobre un bello potro de color blanco con otras 2 personas en sendos caballos una mujer y un hombre, me saludó el Tullido Laguardia como mi papá lo llamaba y los hice pasar adelante, mis padres querían a a este señor y se alegraron de verlo, se bañaron y arreglaron el hombre era un señor muy elegante pero la mujer parecía una artista de cine con su tez bronceada bellisima.

Yo no comprendía muy bien la situación pero con los años me di cuenta de la razón el hombre era un banquero que había defalcado un banco Mexicano y la mujer no era su esposa sino su amante,

Como banquero su dinero lo había depositado en un banco de Argentina y hacia allá se dirigían, era un sábado antes de semana santa, lo que complicaba su viaje, las alforjas de los caballos estaban repletas de dolares. Nunca he sabido lo que había robado.

Un buen amigo de la familia que conocía al presidente de la república le dio pasaporte salvadoreño y desconozco de cuanto fue la mordida.

Santa Ana, 22 de Abril del 2019