Hace ya tantos años pero quedó grabado en mi mente me alegro de recordarlo y saber quien es el autor de esta travesura pero también es el inicio de una conducta violenta que no de de pasar, en el momento creo que los 500 alumnos nos pareció jocosa.
Resulta que en el colegio que yo estudié al finalizar el recreo se daba un toque de campana para cesar las actividades lúdicas y buscar hacer fila en el lugar que nos correspondía, luego el segundo toque este indicaba que debíamos estar formados y el tercero para guardar silencio, el cual era sepulcral y que se podía escuchar el zumbido de un zancudo.
Un buen día inmediatamente después del tercer toque se escucho tremendo estruendo que como no conocías la guerra pensamos que una caldera o algo había explotado. Como se generó gran confusión aparentemente no se conoció el autor del atentado.
Poco después supimos el nombre del autor y los 500 alumnos fuimos castigados pero ninguno confeso quien era, soportamos el castigo con gusto, por lo que nos habíamos divertido.
Colorin colorado este cuento se ha terminado.