jueves, 1 de diciembre de 2016

El perico que llegó

Este animalito decidió quedarse en casa no se de donde apareció pero tiene más de 6 años que apareció, no es perico pero tampoco loro, es lo que nosotros conocemos como chocoyo, de un tamaño intermedio entre loro y perico, recuerdo de pronto se situó en el patio y nuestra empleada, secretaria, tesorera y metida empleada Ana, lo capturo, le cortó las alas y la cola para que no pudiera volar,  al principio decía muchas palabras, solos grita pericooooo cuando quiere comer o que tiene sucia el agua que toma, pero es el quien la ensucia y no deja de hacerlo hasta que consigue lo que quiere.

Hoy no le cortamos las plumas de las alas y la cola ya que ha dado pruebas suficientes de su fidelidad, en una ocasión pasó una mancha de chocoyos y bajaron a conquistarlo reconoció a su clan y alzo vuelo se subió al techo y salió volando, pensé se fue pero por la tarde lo escuchamos gritar en el árbol de aguacate lo llamamos y lo llevamos a su sitio, el es dueño de la casa.

Cuando esta gritando todos deseamos que se vaya el sigue allí, se baña en especial cuando hay frío y hace una gran mojazón tiene un pedazo de jaula ya que el la ha destruido se le compró una nueva y no la quiso y un pedazo de colcha que la usa cuando tiene frío.

Come de todo pero su fascinación son las semillas de girasol y los churros salados los que  que come con gran deleite.

Una gracia especia es colocarse sobre el lomo un palo y llevarlo por todo su espacio pienso que nos enterrará a todos.

Se acabuche lambeme el buche.

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