sábado, 7 de enero de 2017

Gajes del Médico.

Esta es un relato que yo viví y quiero compartirlo con todos, trágico cómico pero tenemos todos anécdotas en el ejercicio.

Gracias a Dios yo tuve pacientes muy pobres a muy ricos, de las más varidas profesiones y oficios, podía decir fui pediatra de todos, a todos los recuerdo con cariño y todos me enseñaron algo de todos aprendí.

He recordado esto por que ingresó a la PMA un hijo de prostituta y el equipo de PS lo discutió yo les dije el que sea prostituta no quiere decir que sea mala madre, las que he conocido han sido de las mejores madres y con esto más son como una tribu que todas se apoyan con sus hijos.

En el año 60 en plena guerra civil resulta que me llama la dueña de un prostíbulo de apodo la siete culos, por sus enormes nalgas, que si por favor le iba a ver el hijo de una compañera que estaba grave y que ella no estaba en ese momento, no niego que dudé mucho en ir a verlo a domicilio, me dio la dirección pero para mayor seguridad me dijo que era frente a CLIMESA, por lo menos era urbano con mi maletín con todos mis fierros llegue al lugar, una casa de color verde pálido con el bien consabido foco rojo, pensé ¡José que coloron te vas a dar! quien va a creerme que vengo a ver un paciente, no se si alguien me vio, se trataba de un SDA sin deshidratación lo tratamos con suero oral y control en 24 horas pero en la clínica.

Al día siguiente como a las 3 pm se llena la sala de espera de la clínica de mujeres con sus hijos eran todas las prostitutas que solidarias con la madre llegaron.

Se acabuche lambeme el buche.

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