Mi papá vivía a una 4 leguas de Metapán, en esa época no se conocía la maldad que hoy vivimos cuando tenía 8 años lo mandaban solo desde donde vivía, hacia Metapán lo que le llevaba unas 3 horas, como nos damos cuenta la velocidad es de más o menos 4 km por hora así que para estar a las siete de las mañana salía a las 4 am, en una ocasión lo mandaron a dejar un cerdo como buen macho tomó su cuto (corvo que ha perdido su punta) y dijo mano a la obra, cundo había caminado como un cuarto de hora comenzó a escuchar un silbido (fiss, fiss) le entró mido y aceleró el paso y el fiss fiss era más intenso y más rápido así como la frecuencia de su corazón, se paraba y el sonido disminuía en frecuencia e intensidad, comenzaba a caminar y se repetía para no hacer mas grande la historia cuando aclaraba y no encontraba la causa al persignarse se dio cuenta que tenía un moco seco en su nariz el que causaba el sonido lo quito y desapareció el sonido.
La lección era que muchas veces sentimos mido y no buscamos la causa, me lo contaba para que no fuera miedoso.
Santa Ana, 12 de Abril del 2016.
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