Hace muchos años un niño que se creció en nuestro hogar y se le cayo el primer diente le dijimos ponlo bajo de la almohada y te dejará una suegra el ratón (Suegra se le decía a la moneda de un colón porque ninguno la quería) recogimos el diente cuando el se durmió y le dejamos la moneda.
Al día siguiente se levanta muy de mañana y brincaba de alegría por su moneda, pero en la noche lo encontré llorando y le pregunte cual era el motivo de su llanto, y me confiesa lo siguiente.
Sabe que soy muy sentimental y deseo devolver la moneda y que ne devuelva mi diente, consternado por lo sucedido le dije coloca la moneda duérmete y veremos si el ratón accede a darte tu diente, la alegría al día siguiente fue que encontró el diente y la moneda.
Se acabuche lambeme el buche.
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