domingo, 28 de agosto de 2016

La llevo el cachudo

En el país de nunca jamás un buen día una cipota como de 15 años en los momentos en que el día termina para dar paso a la negra noche sale de su pueblo presurosa y preocupada de retorno a su humilde casa en palo de campana, el cielo estaba encapotado como presagio de una fuerte tormenta de pronto se le acerca un hombre montando un gran caballo azabache con montura, arreos y espuelas de plata vestido todo de negro, muy elegante un gran señorón.

¿Hey cipota para donde vas?

A mi casa y ya me agarró la noche.

¿Te llevo yo voy más allá de tu casa?

La niña se alegró porque pensó, entre más temprano llegue menos se enojarán mis padres.

Dicho y hecho el señorón la ayudó a subir a la anca del caballo y comenzaron el camino a paso rápido de pronto se detuvo y le dijo:

¿Qué llevas en el pecho?

El escapulario de La Virgen del Carmen.

Quítate-ló y dejalo en las ramas de ese palo de café. 

Se bajó del caballo decidida a obedecer pero en el momento que se lo quito y con el en sus manos se dio cuenta de que por las narices del caballo salía humo y un gran olor a azufre, con miedo y con fe se aferro a el en ese momento se dió cuenta del brillo de los ojos del hombre, el cual espoleó al corcel que sale raudo y echando chispas con sus cascos.

Se acabuche lambeme el buche.

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