Trabajo desde los 7 años.

El trabajar nos forma como personas humanas y no es un castigo es una bendición.

Aprendí a leer escribir y las reglas matemáticas básicas por mi deseo de ganar mis propios centavos y no tener necesidad de pedir, me avergonzaba pedir.

Mi primer trabajo fue vender libras de periódicos que en esa época no había plástico y las envolturas eran de papel periódico y botellas de vidrio, ambas se reciclan son fuentes de trabajo.

Pero los ingresos eran muy pequeños de allí mi deseo de aprender ya con esto era un salario diario en mis vacaciones escolares, podía hacer planillas, pesar el café hacer envíos para el beneficio y comenzar a administrar los negocios de mi familia.

Como buen comilón que era comprar un sorbete con merengue en el día sábado, un emparedado de lomo frío los cuales ya no existen.

Compré un puñal con cacha de cuerno de venado que me acompaño toda mi vida y que mi papá me lo perdió.

Creo que el trabajo infantil debe aconsejarse y fomentarse siempre que cumpla con los siguientes requisitos.

1- No interferir con el estudio y formación académica.

2- No ser dañino para la salud.

3- La ganancia sea para el joven y no para la familia, si el quiere puede darle algo a la familia.

4- Licito no ser parte de la delincuencia o la extorsión. 

Colorin colorado este cuento ha terminado me monto en un potro para que me cuenten otro.