Eran tiempos difíciles y como dijo en su discurso el General Sánchez Hernández como es posible que el hombre camine en la luna y un Salvadoreño no puede caminar en suelo Hondureño, la presa dijo como siempre mentiras el verdadero motivo de la guerra no fue un partido de Fútbol habían motivos socio-políticos que nunca se dieron a conocer Honduras manejó la estrategia diplomática mejor que nosotros el ejercito Salvadoreño estaba a 21 km de Tegucigalpa.
Este no es motivo de este cuento solo es para aterrizar en el tiempo, estaba haciendo el internado en el Hospital Rosales y desde que eramos internos y al inicio del internado mayo, nos prepararon para la guerra, como a las 7 pm. nos quedamos a obscuras, no salíamos mas que por horas a la casa así es que todos estábamos en el hospital, nos reunieron y formaron los equipos y como íbamos a avanzar, todos los compañeros fueron abordando los vehículos que los llevarían a sus destino y no pudimos avisar a la familia nada, triste e ver esta despedida que la verdad no sabíamos si nos íbamos a volver a vernos.
A mi ne tocó avanzar hasta el hospital de Chalatenango como asistente de uno de los mejores cirujanos de este país Guillemo Rodríguez Pacas (Canducho) pero muchos compañeros llegaron muy adentro del territorio de Honduras, la guerra es terrible y nos convierte en ladrones, ademas del ganado vacuno se robó hasta unidades dentales, el tesoro más grande para mi fue la vara del alcalde de Aramesina.
Como la guerra paró en 72 horas la infantería salvadoreña en este frente no tuvimos heridos, pero mi recuerdo mas patético fue un prisionero de honduras que la guardia pensaba degollar por lo que fue entregado de médico a médico, así que fue el herido que operamos y le practicamos una cilisectomía a una persona de la localidad.
15 días después regresamos a continuar nuestro internado.
Colorin colorado este cuento se ha acabado.
Este no es motivo de este cuento solo es para aterrizar en el tiempo, estaba haciendo el internado en el Hospital Rosales y desde que eramos internos y al inicio del internado mayo, nos prepararon para la guerra, como a las 7 pm. nos quedamos a obscuras, no salíamos mas que por horas a la casa así es que todos estábamos en el hospital, nos reunieron y formaron los equipos y como íbamos a avanzar, todos los compañeros fueron abordando los vehículos que los llevarían a sus destino y no pudimos avisar a la familia nada, triste e ver esta despedida que la verdad no sabíamos si nos íbamos a volver a vernos.
A mi ne tocó avanzar hasta el hospital de Chalatenango como asistente de uno de los mejores cirujanos de este país Guillemo Rodríguez Pacas (Canducho) pero muchos compañeros llegaron muy adentro del territorio de Honduras, la guerra es terrible y nos convierte en ladrones, ademas del ganado vacuno se robó hasta unidades dentales, el tesoro más grande para mi fue la vara del alcalde de Aramesina.
Como la guerra paró en 72 horas la infantería salvadoreña en este frente no tuvimos heridos, pero mi recuerdo mas patético fue un prisionero de honduras que la guardia pensaba degollar por lo que fue entregado de médico a médico, así que fue el herido que operamos y le practicamos una cilisectomía a una persona de la localidad.
15 días después regresamos a continuar nuestro internado.
Colorin colorado este cuento se ha acabado.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario