Ella murió de amor.
Antes de graduarme de Bachiller un amigo me regaló una perra pastor aleman de lineas caninas perfectas y pura sangre con los colores de su pelo era brillante el blanco con tono de plata el negro azabache y el pardo con luces de oro, me la traje de Guatemala y la pasé por la frontera de contrabando, se bañaba 2 veces por semana y se cepillaba todos los días así que no olía mal, durante mi día me acompañaba a la finca y era todo un espectáculo verla parada sobre la carga ya fuera leña, madera o costales de café, un buen día en un viraje se cayo y la perdí por 3 meses, la busque por todos lados y no la encontré.
En ese tiempo mi ayudante era Chapin refajado, buen motorista y mantenía los vehículos nítidos, cuando le reclamé me contesto como lo chucha venía parado no ví cuando cayó, realmente no tenía la culpa pero siempre buscamos a quien echarla, pero siempre pensé que la encontraría, cierto día al pasar por una casa ladró y la reconocí, la llame por su nombre y apareció con una cadena al cuello que rompió, salió un señor y me dijo que era de él
le contesté si es suya llámela y lo seguirá pero trate de agarrarla y si es suya lo puede nacer, enfurecida lo atacó y le di la orden que se calmara, eso bastó para demostrar que era mía.
Como no había facultad de Medicina en Santa Ana fuí a estudiar a la capital y los sábados la miraba y pasabamos juntos, mi mamá me contó que estaba triste y ese fin de semana cuando iba para la universidad estaba muerta en la puerta por donde iba a subirme al carro, así es que murió de amor.
Se acabuche lambeme el buche.
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