lunes, 26 de septiembre de 2016

Pagando la promesa de ni mamá 2

Existe la creencia que las segundas partes nunca tiene éxito pero aún así lo intentaré estando en Chiquimula hicimos cuentas cuánto dinero contamos y resulta que para llegar a El Salvador no nos alcanzaba podíamos si vendíamos un reloj llegar a la capital de Guatemala, sabía que los amigos de mi familia nos sacarían adelante así es que vendimos el reloj de Hugo en 10 quetzales, a mi juicio no los valía ya que era una oferta de la leche Ceteco, Dios no abandona a sus hijos y compramos los pasajes para la capital, sabíamos que no contábamos con ningunas monedas para comprar ni agua pero las buenas aventuras son así.

Tomamos el autobús y a ver cómo nos iba en el camino que era de 7 horas contamos chistes a manera de olvidar el hambre y la sed, la pasamos bien llegamos a la capital y abordamos un taxi y le dimos la dirección de Antonio Laguardia que vivía en una panadería del suegro muy famosa en esa época, al llegar le explicamos que el taxi nos había llevado esperando que le pagamos, y así ocurrió, nos comunicamos con Carlos Laguardia el hermano de Tono que trabajaba en Pna América en el aeropuerto de la Aurora y el nos recogería al salir a las 4pm, nos dieron almuerzo y bebidas que supieron a Gloria, la esposa de Tono era una excelente cocinera así que comimos como reyes.

Ya con Carlos sabía que saldríamos adelante, nos bañamos y cambiamos y nos invitaron al cine la película fue el planeta delos simios, la disfrutamos, regresamos y al día siguiente a las 5 am nos dejaron en la terminal de buses de regreso a Santa Ana.

Colorin colorado este cuento ha terminado. 

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